La cueva Grande
La cueva Grande o de San Bartolomé se encuentra a pocos metros de la ermita con una gran altura y profundidad aproximada de 100m se ilumina con luz natural en su recorrido. Marco incomparable para la ermita es una de las vistas más fotografiadas y mágicas del Cañón de Río Lobos.
En su interior alberga pequeños vestigios de arte rupestre y siglos más tarde sería escenario del culto de la Magna Mater, la Madre Tierra de origen frigio, tan extendido en Roma desde el siglo III a.C.
Lugar de renacimiento asociado a la figura de San Bartolomé, que sobrevivió tras ser desollado, fue objeto de gran devoción por los templarios.
El apóstol Natanael o Regalo de Dios, llamado Bartolomé por ser hijo de Ptolomeo “el que abre los surcos” representaba la inmortalidad y el nuevo renacer.
MMB